Argentina sangra por el Chaco

El Centro de Estudios Nelson Mandela, con sede en Resistencia (Chaco) publicó el 10 de julio un informe de su última visita a la región de El Impenetrable, al noroeste de esa provincia.
Allí denunciaron las abrumadoras desigualdades sociales que persisten en esa región donde “el decil más rico concentra más de 50 veces los ingresos del decil más pobre”, lo que se plasma en la falta de alimentación nutritiva, salud, educación, capacitación y trabajo, con ingresos dignos.
A pesar de la existencia de algunos programas que el poder ejecutivo de la Nación y de la Provincia de Chaco comenzaron motivados por una medida cautelar dictada por la Corte Suprema de Justicia, los autores del informe señalan que “sin reforma política, genuina y estructural, que garantice el funcionamiento -regular y trasparente de las instituciones democráticas- será dificultoso, si no imposible, el mejoramiento social y sanitario de estas comunidades”.
Un genocidio silencioso
La mayoría de los pobladores son aborígenes de la etnia toba. A pesar de la creación de una nueva Región Sanitaria que debería redundar en una mejoría en la distribución de recursos, “el Hospital Güemes ubicado en la ciudad de Castelli sigue colapsado, y sus instalaciones son obsoletas”. Explican que “faltan médicos, enfermeros y otros profesionales de salud y los que están trabajan en condiciones precarias, porque no cuentan con los insumos y medicamentos necesarios”. En las zonas del espeso monte chaqueño, donde sólo hay puestos sanitarios, la situación no es menos mala. Explican que “muchas de los pacientes derivados desde los puestos sanitarios de la zona al Hospital Regional ingresan por la guardia y luego de propinar ibuprofeno al paciente, crónico o agudo, se ordena su regreso al punto de origen”, denuncian.
Desde el Centro de Estudios Nelson Mandela hacen un llamamiento serio y urgente, citando nombres y responsabilidades concretas, para que cese el escarnio de los habitantes de esa región, la más pobre y más desigual del país.“Mientras tanto –concluyen– las comunidades indígenas tosen y crujen con enfermedades como la tuberculosis, el mal de Chagas, las parasitosis, la desnutrición y otras enfermedades endémicas, más crudas y mortales durante el invierno, que una vez convierte el escenario en auténtica tragedia”.

Informe completo: Centro de Estudios Nelson Mandela.